13 junio 2006

¿ Todavía te atreves a usar un desodorante en spray.......?


La Temperatura de la Tierra (a la sombra), varía de 0º a 50º C, según las zonas claro, y hay ciertos gases de la atmósfera que regulan la Temperatura de la Tierra y la mantienen en un nivel adecuado para la vida, al tiempo que equilibran las fluctuaciones entre el día y la noche.

La Temperatura media mundial ha aumentado poco a poco desde 1850. El mundo seguirá recalentándose de entre 1´5 y 4´5º antes de mediados de este siglo. Este problema se ha llamado Efecto Invernadero Un tremendo volumen de energía procedente del sol penetra en la atmósfera, parte de ella vuelve al espacio, reflejada por las nubes, pero el resto llega hasta la tierra.

Parte del calor del sol queda atrapado, como si la tierra se hallara en el interior de un enorme invernadero. De hecho, algunos gases de la atmósfera tienen propiedades similares a las de los paneles de cristal de un invernadero, transparentes a los rayos del sol, que pueden entrar libremente, pero no permiten que escape mucho calor. Así, el aire existente dentro del invernadero, como el aire que rodea a la Tierra, se mantiene caliente. Por ello a estos gases se les llama Gases de Invernadero, y a su efecto, Efecto Invernadero.

Cuanto mayor sea la concentración de gases invernadero en la atmósfera, mayor será el volumen de calor del sol que quedará atrapado y más se recalentará la tierra.

Hay cinco principales gases de invernadero, y todos bastante bien conocidos por todos: Dióxido de Carbono, Metano, CFC, nivel de Ozono del suelo y Oxido Nitroso.

El CO2, causante de aproximadamente la mitad del Efecto Invernadero, constituye sólo la trigésima parte del 1% de la atmósfera, por esto puede ser alterado fácilmente por las emisiones de las actividades humanas.

Cierta cantidad de CO2 es absorbida de manera natural por los océanos, los bosques y las zonas pantanosas. Pero éstos no pueden hacer frente a los +/- 6200 millones de toneladas adicionales lanzadas a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles (carbón y petróleo) y bosques.

Y si seguimos talando y deforestando al ritmo de hoy en día, la verdad es que dentro de nada va a quedar poco o casi nada.

El metano es el responsable de casi el 18% del Efecto Invernadero. Su origen natural, lo producen los microbios en los pantanos, ciénagas, las termitas y los rumiantes salvajes. Los excrementos de los animales son una fuente importantísima, nada despreciable, por ej. En EEUU se producen diariamente alrededor de unas 600.000 Tm diarias de excrementos de animales.


Los niveles de metano en la atmósfera actualmente aumentan a razón del 1%. Una fuente artificial es la industria agropecuaria, que produce unos 400 millones de toneladas de metano en las tripas del ganado, y en los campos inundados como los arrozales.

Los CFCs, representan el 14 % del Efecto Invernadero, exclusivamente de origen humano.

El Ozono es un gas que está compuesto por tres moléculas de Oxígeno. De esta fina capa depende en gran parte la vida en el planeta, y ha estado ahí desde tiempos inmemoriales, desde que comenzó la vida sobre la tierra, pero no sabemos cuanto tiempo nos durará.

La delgada niebla de Ozono que existe en lo alto de la atmósfera es esencial para la vida de la tierra. Esta capa se encuentra a una altitud entre 16 y 48 Km, con una concentración máxima en la estratosfera de 20 Km por encima de la superficie de la tierra. Y ahí está tan diluida que su concentración no excede de las 10 partes por millón; si descendiese hasta el nivel del mar, la presión atmosférica la comprimiría hasta formar una capa de sólo unos 3 m/m de espesor. Y como consecuencia de las reacciones de formación y destrucción, el espesor de la capa de ozono varía cíclicamente, no sólo diaria sino también estacionalmente.

Los clorofuorocarbonos o CFCs, se inventaron en 1928, y son moléculas consistentes en cloro, fluor y átomos de carbono, y se encuentran como aislantes de los electrodomésticos, en los sprays de desodorantes, colonias, los aviones supersónicos, instalaciones de aire acondicionado, como componentes de espumas, disolventes y detergentes, etc.. Estos liberados al aire que respiramos, no causa ningún daño, no son tóxicos, son inodoros y ni siquiera son inflamables, pero esto no quiere decir que sean inocuos, es decir que no causen daño alguno. Por desgracia, esas mismas características que los hacen tan inertes aquí abajo, les permiten permanecer invariables durante el tiempo suficiente como para desplazarse lentamente hacia la estratosfera. Pueden tardar hasta diez años en alcanzar la capa de Ozono.

Cuando una molécula de ozono se ve expuesta a la fuerte radiación UVA existente a gran altura, se rompe. Esto libera un átomo de cloro que ataca al ozono, arrancándole uno de sus átomos de oxígeno, así una molécula de ozono es destruida, pero ese cloro libera el oxigeno que cogió y va a buscar otra molécula de ozono para romperla, y así puede seguir hasta destruir entre 20.000 y 100.000 moléculas de ozono.

Hemos de tener muy en cuenta los efectos de la destrucción de la capa de ozono por el uso continuado de los CFCs:

** Al vaciarse la capa de ozono, es mayor la radiación de UVA que atraviesa el escudo protector y llega a la superficie de la tierra. Se ha demostrado que una destrucción de sólo el 1 % de la capa de ozono produce un aumento del 2 % en la incidencia de cánceres de piel.

** Además una dosis muy elevada de UVA puede retrasar la fotosíntesis de las plantas, que es el proceso por el cual, las plantas verdes convierten el CO2 y el agua en carbohidratos y oxígeno.

Las dos terceras partes sometidas a prueba son sensibles de diferentes maneras a la radiación UVA; esta reduce el tamaño de la hoja, impide el crecimiento, daña la calidad de la semilla y puede aumentar la susceptibilidad a las malas hierbas, las pestes y las enfermedades.


** En los océanos también habría problemas, parece que un exceso de UVA tiende a desorientar a los diminutos seres planctónicos del mar, que como sabéis son el alimento de la mayoría de los habitantes del mar, de los que nos alimentamos. Si esto ocurriera en gran escala afectaría a todo el ecosistema oceánico.

Lo penoso y paradójico es que si las emisiones de CFCs se redujeran a cero en este momento, las reacciones que están destruyendo la capa de ozono proseguirían al menos durante un siglo, cien largos años. La normalidad no se va a recuperar hasta que las emisiones de cloro no comiencen a decrecer, ya que la mayor parte del cloro atmosférico procede de compuestos manufacturados y estos aumentan día a día.

Existe la idea de fabricar grandes cantidades de ozono para tapar los grandes agujeros, pero sin embargo no es del todo factible, debido a las grandísimas cantidades que harían falta. En el año 1996 se han vertido unas 260.000 toneladas de CFCs a la atmósfera, producción que ha ido aumentando año tras año. Ahora se empieza a hablar de la reducción de este tipo de gases, pero la disposición de los gobiernos no es muy esperanzadora, porque priman los intereses económicos sobre los medioambientales y sobre los de nuestra salud.



El nivel de Ozono en el suelo, producido por la acción de la radiación solar sobre algunas emisiones de los vehículos, representa cerca del 12 %.

El Oxido Nitroso, emitido por los tubos de escape de los automóviles, la utilización de combustibles fósiles, los fertilizantes nitrogenados, las labores de los campos y la quema de vegetación, representa el 6%.

La Tª media del planeta ha aumentado en sólo 5ºC la última Era Glacial, por lo que el efecto de cualquier cambio que pueda producirse será sin duda muy espectacular y desastroso, debido especialmente a la rápida disminución de la Biosfera para adaptarse como consecuencia de la degradación ambiental.

Los cambios serán desastrosos en muchas partes del mundo. Las franjas climáticas se desplazarán, las tormentas serán más frecuentes y más fuertes, las lluvias monzónicas cambiarán en cuanto a fiabilidad y cantidad, las olas de calor serán más largas y más intensas, y los periodos de sequía más largos.

Se han predicho aumentos en el nivel del mar de hasta 1´5 m para el año 2050. Esto pondría en peligro asentamientos costeros y ciudades bajas. También podría ocurrir la salinización de los acuíferos de agua potable.

Animales y plantas no podrían sobrevivir dentro de sus ámbitos actuales y tendrían que colonizar nuevas zonas, en muchos lugares esto sería imposible, sobre todo donde estén rodeados de asentamientos humanos. El derretimiento de la capa de hielo Artica destruiría los comederos y criaderos de osos polares y focas.

Los arrecifes de coral se ahogarían, debido al aumento del agua. Y muchas e importantes zonas húmedas costeras en las que viven peces, crustáceos, aves y otros animales, se verían inundadas. Cambiarían las épocas de floración de los Árboles tropicales y otras plantas, lo cual impediría la sincronización con sus polinizadores.

El recalentamiento de la tierra podría en sí precipitar otros aumentos de Tª, con un efecto en bola de nieve. Por ejemplo si se derrite la capa de permahielo ártica liberará millones de Tm de metano que irán a parar a la atmósfera, y si el casquete de hielo polar se derritiera, se reflejaría menor energía solar al espacio y la tierra absorbería de forma automática más calor.

Como veis, la solución es compleja, porque implicaría una respuesta global a nivel mundial, pero esto iría contra los intereses económicos de las empresas, que mueven miles de millones, y aunque se han celebrado varias conferencias internacionales para reducir los niveles de emisión, casi nadie, por no decir nadie, las cumple.

Pero como siempre, la solución está en nuestra mano, participemos en lo que podamos, y ya sabéis, todo aquello que le hagamos a la naturaleza, ya sea bueno o malo, esta nos lo devolverá multiplicado con creces en el mismo sentido.


Veamos algunas de las consecuencias más destacables de la reducción de la capa de Ozono:

** El aumento de los cánceres de piel, sobre todo del Melanoma Maligno

** Aumento de las cataratas en personas y animales.

** Así como enfermedades derivadas de las deficiencias del sistema inmunitario.

** La tierra y el mar sufrirían deforestación, trastornos en el crecimiento de plantas y flores, disminución del plancton marino, lo que significa una catastrófica ruptura de la cadena alimenticia marina, descenso de la productividad de las cosechas, etc. Con la consecuencia de malnutrición, desempleo del sector pesquero, agrícola y ganadero.......

** La destrucción del ozono también alteraría el clima. El adelgazamiento de la capa se produce a los 25 Km de la superficie de la tierra y los daños empiezan a ser considerables a partir de los 40 Km. Una reducción del 5 % en el nivel de ozono en la estratosfera, sería equivalente a un desplazamiento de unos 150 Km hacia el Ecuador. Los habitantes del futuro podrán disfrutar de sol todo el año. Eso sí, quemaduras y otras cosa aparte.

** La reducción de este gas puede estar cambiando la conducta de la atmósfera. Al absorber la energía solar, el ozono actúa como un agente calefactor en las capas más altas de la atmósfera. Si desaparece, la estratosfera puede enfriarse, afectando al sistema global de vientos, además habrá temperaturas extremas y se producirá una alteración en las estaciones y las precipitaciones.


Creo que de unos años para aquí estáis oyendo a nuestros mayores repetir que el tiempo está loco, que nunca había pasado lo que está ocurriendo ahora.

Todo esto nos conduce hacia el Efecto Invernadero…………. Nos conduce hacia el Cambio Climático…….. Si, así es……… y lo más duro…………..es que ya ha empezado.

¿Seremos capaces de detener esta progresión ?

¿Seremos capaces de ver como se detiene esta locura?

Piénsalo bien antes de usar un spray………….. ¿ no te entra un escalofrío ya?

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